Estamos en ese punto en que no aceptamos cualquier proyecto ¿Por prepotencia? Seguro que algo hay, pero sobre todo es porque no queremos entrar en un sitio donde no vamos a estar a gusto.
¿Como elegimos los proyectos en los que trabajamos?
Solo trabajamos con un cliente si:
- Nos cae bien.
- Vemos que nos entendemos y respetamos mutuamente.
- El proyecto nos gusta.
- Decidimos que somos capaces de llevarlo adelante.
- Nos apasionan las tecnologías que se usan o se van a usar en el proyecto.
- Cuida de nuestro equipo… y del tuyo. Nada peor que un mal ambiente de trabajo.
- Escucha nuestras sugerencias. Nos vas a pagar por nuestros conocimientos ¿Por qué no nos escuchas?
- No discute nuestros presupuestos.
- Paga puntualmente.
Ganarás puntos si:
- No nos pides un presupuesto “para ayer”.
- Nos aportas toda la información necesaria y resumida.
- No nos pides estimaciones.
No nos llames si…
- Vas a valorar más el precio que la profesionalidad.
- Te molesta que te lleven la contra y no te gusta que te digan que no cuando pides algo absurdo.
- Crees que la profesionalidad va de la mano de llevar traje y corbata.
- Crees que solo un equipo grande puede atenderte bien.
- Esperas que nos leamos toneladas de documentación antes de contratarnos.