¿Qué tiene que ver el asqueroso fitro de tu lavaplatos con el desarrollo de software?
Coge el filtro de tu lavaplatos y míralo.
(aviso, esto puede ser muy asqueroso si no lo has limpiado en mucho tiempo).
Igual hasta parece limpio.
Ahora abre el grifo y ponlo en perpendicular al chorro de agua.
Si está limpio el agua pasará a través del filtro como si no hubiera nada.
Pero si, como la mayoría de mortales con lavaplatos, no lo limpias a menudo el chorro caerá alrededor del filtro. Eso es que está sucio. Aunque no lo parezca.
Y tu lavaplatos funcionará peor. Igual un día hasta se rompe por ésto.
¿Y qué narices tiene ésto que ver con el software?
Cuando se hace un desarrollo a medida no se suele tener en cuenta el mantenimiento. Se tiende a pensar que el desarrollo ha terminado cuando se entrega y ya no tendrá más costes.
Pero tu software estará hecho en un lenguaje de programación en el que aparecerán agujeros de seguridad, nuevas veriones. Características que dejarán de existir.
También usará unas cosas llamadas librerías que se tendrán que actualizar. Y, muy a menudo, actualizar éstas no es un trabajo trivial.
Y el software es como un filtro asqueroso.
Puede funcionar y puede que parezca que va todo bien. Pero si no lo mantienes y vas dejando chapucillas (sí, sí, que ya las arreglarás mañana, sí) un día tendrás un buen susto.
Pero en algún momento algo dejará de funcionar, habrá una fuga de datos, ocuparán tu casa, tu perro se comerá tu presentación.
Así que, si haces un desarrollo a medida, no te olvides de reservar presupuesto para el mantenimiento.